La evaluación se realiza a través de diversas técnicas, como entrevistas, pruebas psicológicas, observación, cuestionarios y evaluación del entorno del niño. El objetivo de la evaluación es comprender las necesidades, fortalezas y debilidades del niño, para poder desarrollar un plan de tratamiento adecuado que ayude a abordar las dificultades del niño y mejorar su bienestar emocional y mental.